Dos autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) coincidieron este martes en el que el camino se está poniendo firme como para que el banco central de Estados Unidos comience a reducir sus estímulos monetarios de forma paulatina (tapering) en noviembre.

“Yo mismo creo que el estándar de ‘progreso sustancial adicional’ se ha cumplido con respecto a nuestro mandato de estabilidad de precios y casi se ha cumplido con respecto a nuestro mandato de empleo”, dijo el martes el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, en declaraciones preparadas para la reunión virtual anual del Instituto de Finanzas Internacionales.

El funcionario reiteró que la Fed, en su última reunión, acordó que el “tapering pronto podría estar justificado”.

Jerome Powell, presidente de la Fed, dijo recientemente que sólo necesitaba ver un informe de empleos “decente” en septiembre para estar listo para comenzar a reducir las compras de bonos en noviembre.

Y tras el informe de empleo dado a conocer el viernes pasado, los funcionarios comenzaron a sacar sus propias conclusiones.

El informe de empleo, publicado el viernes pasado, mostró que en septiembre se crearon 194,000 puestos de trabajo nuevos, una cifra muy por debajo de las expectativas de los analistas.

Sin embargo ayer, el presidente de la Fed de Atlanta, Rafael Bostic, dijo que el informe de empleo de septiembre mostraba un progreso suficiente y respaldaba iniciar en noviembre el denominado tapering.

“Me sentiría cómodo comenzando en noviembre”, dijo en una entrevista al diario Financial Times que fue publicada ayer martes. “Creo que se han logrado los avances y mientras más rápido nos movamos hacia eso (la reducción compra de bonos), mejor”.

Economía muestra mejoría

Algunos representantes locales de la Fed están alineados con que la inflación ha alcanzado el umbral esperado. En su última reunión estimaron que la tasa de desempleo se ubicaría en 4.8% a fines de este año, una meta de referencia que ya alcanzó precisamente el mes pasado.

La economía se ha fortalecido y “las condiciones en el mercado laboral han seguido mejorando”, dijo Clarida, aunque señaló que la pandemia de coronavirus sigue afectando el empleo y la participación en el mercado laboral.

Las autoridades de la Fed están divididas entre quienes ya ven los indicadores económicos de este año como suficientes para comenzar a reducir el programa de compra de activos y los que esperaban más evidencia de que la recuperación de puestos de trabajo sigue bien encaminada.

La próxima reunión de política monetaria de la Fed está programada para el 2 y 3 de noviembre. En ella se espera un anuncio definitivo sobre cuándo y cómo sería el programa de retiro de estímulos.