El gran salto al desarrollo y crecimiento económico lo han hecho los países que han actuado con visión a largo plazo e invertido firmemente en la construcción de toda clase de proyectos de infraestructura y vivienda, pues la construcción es un ente fundamental en la dinamización de cualquier economía.

 

La industria del cemento forma parte esencial de ese progreso; pues el cemento es un bien intermedio básico en la actividad de la construcción y es material esencial en las obras de infraestructuras y otras construcciones civiles

 

En República Dominicana, el pasado año la construcción, en sentido general, experimentó una baja en su ritmo de crecimiento producto de variables internas y externas; sin embargo, el consumo per cápita de cemento se ha mantenido fuerte producto mayormente de la estabilidad económica y política que ha logrado el estado en los últimos años.

 

La industria local cuenta actualmente con un consumo per cápita de alrededor de 505 kilogramos por habitante y, en términos de capacidad instalada de producción de cemento, somos considerados como la primera nación de Centroamérica y el Caribe, después de México, la cual llega a los 708 kg por persona, posicionándose muy por encima del promedio de la región.

 

Desde hace muchos años, las inversiones que se han realizado para fortalecer la capacidad de producción de la industria cementera local han permitido responder al rápido crecimiento del sector construcción y de la recuperación económica, lo que ha llevado a la industria cementera nacional de ser un mercado importador neto de cemento a ser un proveedor autosuficiente y exportador.

 

La implementación de parte del gobierno, de reformas estructurales en áreas claves, las medidas de inyección de liquidez, la reducción de la tasa de política monetaria, junto con los esfuerzos para aumentar la calidad del capital humano y atraer Inversión Extranjera Directa, han sido cada vez más importantes para sostener el potencial de crecimiento con que cuenta el país.

 

La capacidad de la industria cementera nacional ha contribuido a satisfacer la demanda local, y a exportar hasta aproximadamente el 20 % de su producción y mantener una estabilidad en este sector, que se refleja en niveles de precios estables y sostenibles. Las exportaciones en 2022 alcanzaron un 12.7 %, muy similar a lo exportado en los últimos años, debido mayormente al crecimiento de la demanda local y las continuas situaciones de inestabilidad política y de normativas en Haití, nuestro principal destino de exportación. 

 

En lo que va del año, el consumo de cemento en el mercado local y de exportación aumentó en un 1.5 % comparado con igual período del año pasado, lo que unido a las 2,779,188 toneladas de cemento producidas a la fecha, y la evidente mejora de otros indicadores económicos, apuntan a una estimación de crecimiento acelerado al cierre del año.

 

Es importante que el país pueda mantener flujo saludable de las inversiones tanto en el sector de la construcción, la industria cementera y del país en general para de ese modo  mantener su competitividad y crecimiento.