Deseamos ver una industria avícola dominicana modernizada

Andrés Villasmil, actual presidente de Pollo Cibao, es un destacado empresario venezolano que decidió hacer vida profesional en República Dominicana, experto en el negocio de la avicultura que hoy se convierte en el protagonista de nuestra sección Gente de Éxito, por ser ejemplo de emprendimiento, constancia y dedicación, generando múltiples beneficios a los dominicanos.

“La industria avícola mundial es constantemente retada en sus distintos mercados a evolucionar y mantenerse vigente y competitiva, la República Dominicana no es la excepción y además, cuando iniciamos nuestro trabajo en estas tierras, por primera vez llegaba inversión extranjera a la industria local, situación que despertó natural inquietud dentro de los jugadores tradicionales…

Nuestro reto ha sido cambiar esa percepción de extranjero y que seamos vistos como uno más de los productores dominicanos que compartimos el mismo deseo y aspiración: ver una industria avícola dominicana pujante y en sintonía con los intereses del país”.

Hace 70 años, en 1947, el abuelo de Villasmil fundó su primera granja en Venezuela, en ese momento se convirtió en el negocio familiar. “Desde muy joven sentí el interés de aprender del negocio y mi abuelo fue mi primer mentor, gracias a Dios he contado siempre con grandes mentores a lo largo de mi carrera, personas muy exitosas que me han ayudado a forjar mi camino dentro de esta industria, y que hoy día son mi familia aunque no llevemos el mismo apellido”.

A pesar de que el empresario siempre presentó la inquietud de saber qué se hacía en el área  avícola más allá de Venezuela, porque contó con la oportunidad de educarse fuera de su país y esa exposición a un ambiente internacional le sembró la semilla de ir más allá, su llegada a Pollo Cibao fue más circunstancial que planificada, debido a que llegó simplemente a prestar una asesoría en un momento en el que un Grupo Empresarial con el que tenía relación realizaba una debida diligencia para invertir en la empresa, sin pensar que este paso lo llevaría a quedarse.

Hoy en día, Andrés siente responsabilidad, y por supuesto, un orgullo muy grande, al estar a la cabeza de una empresa que se ha convertido en el sustento de miles de dominicanos.

“El éxito se traduce en el logro de tus objetivos tanto personales como profesionales. Igualmente a medida que maduras y alcanzas nuevos horizontes el éxito de tus colaboradores se vuelve el tuyo”.

Villasmil conserva negocios en Venezuela, y comparte su responsabilidad empresarial con ambos países, al indagar en relación a su secreto para que todo fluya, destacó que delegar es la clave, porque considera que solo a través de un equipo de trabajo comprometido se puede manejar un empresa de la magnitud de Pollo Cibao. Por otra parte, señaló que para mantenerse vivo en el mercado, y ser reconocido a nivel empresarial, hay que tener ambición, y no la ambición relacionada solamente con el sentido económico, sino más bien con el no conformarse, “no volverse cómodo, sino por el contrario estar dispuesto a reinventarse en búsqueda de la excelencia”.

¿Cómo ha sido el proceso de exportar a Venezuela?

“Ha sido un proceso arduo pero muy gratificante, ya que ser la primera empresa avícola que exporta genética producida en República Dominicana es un gran paso para nuestro país, y un orgullo para Pollo Cibao ser el pionero. Ahora nos toca avanzar en otros países de la región”

La granja de Guayacanes es catalogada como la más moderna y grande de República Dominicana ¿Qué significa para usted este logro?

“Este avance ratifica nuestra confianza en el país y nuestro deseo de ver una industria avícola dominicana modernizada y a la altura de los grandes productores del mundo, donde la eficiencia a través de la tecnología es clave para la sostenibilidad en un mercado mundial cada vez más abierto e interrelacionado”.

¿Qué importancia tiene el capital humano en este proceso de desarrollo?

“Tiene toda la importancia. Es el equipo de colaboradores alineados bajo una estrategia y unos valores, quienes hacen posible el logro de los objetivos y por ende, el Éxito de la organización. Somos más 2.400 empleados trabajando 24/7, 365 días al año, y no es retórica, ya que en esta industria hay que alimentar las aves todos los días del año y nuestros productos son procesados y transportados en horarios nocturnos para poder llegar a primera hora con la mayor frescura posible a todos y cada uno de los puntos de ventas en el país. Eso solo es posible gracias a un equipo de colaboradores talentosos y motivados a dar lo mejor de sí por su empresa Pollo Cibao”.

¿Cuáles son las cualidades que más valora en un trabajador?

“Creo que están bien representadas en nuestros valores como organización: Constancia: nos define la perseverancia en la búsqueda de nuevos retos y en el cumplimiento de los objetivos propuestos. Responsabilidad: honramos siempre los compromisos asumidos con nuestros colaboradores,  clientes y la comunidad. Equilibrio y transparencia: promovemos el trato justo entre colaboradores y un comportamiento integro en el trabajo. Lealtad: entregamos y recibimos lo mejor de nosotros mismos”.

¿Cómo ve a Pollos Cibao en el futuro cercano?

“Pollo Cibao con el favor de Dios seguirá consolidando su mercado local al igual que avanzará en mercados de exportación, continuará siendo un ente conciliador de la industria y fuerte colaborador para el logro de los objetivos como sector y como país. Trabajaremos para acercarnos cada vez más al consumidor, atendiendo sus expectativas y necesidades, desarrollando productos de valor agregado de alta calidad que garanticen el acceso a la proteína de origen animal más económica del mercado”.

 

Más allá de Pollo Cibao…

Aunque es reconocido en el mundo avícola, su vida como empresario va más allá, háblenos de sus proyectos más recientes

 “Algo que comenzó como un pasatiempo está tomando forma, y es un proyecto de producción de vino que se llama Alpasion, en el cual tengo una pequeña participación con un grupo de amigos, y del cual nos sentimos muy orgullosos de ver cómo ha crecido y comienza a posicionarse en distintos mercados del mundo, sin embargo, sigue siendo algo que hago por pasión no por temas  económicos. Toda mi dedicación y esfuerzo está orientado a mi primera pasión que son los pollos de engorde y la industria de producción animal en términos generales”.

 

Mi familia es mi complemento, es el balance necesario y fundamental en la vida. Es mi alegría y mi paz, y la razón para levantarme todos los días en búsqueda del éxito”.

“La palabra clave para el logro de objetivos es: resiliencia, ya que siempre habrán obstáculos en el camino”.

 

Finalmente, compartimos un pensamiento importante para la vida de Andrés Villasmil: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria, esta es una frase de Simón Bolívar que siempre me recuerda la gran responsabilidad que tenemos como líderes de una organización, cualquiera que sea, y lo frágil que puede ser la toma de decisiones justa y oportuna para el éxito”. ■