Vivimos un momento en el que es indispensable el uso de tecnologías para desarrollar cualquier tipo de actividad, bien sea laboral o social. Podemos ver ya como en diversos restaurantes o cafés utilizan tabletas para tomar la orden, o el chofer de Uber utiliza su Smartphone como herramienta necesaria de trabajo. Basta con ver a un chico de apenas 4 años  manipulando un dispositivo móvil mejor que nosotros, para convencernos que estamos  dando un gran paso con la  implementación de las TIC en nuestro estilo de vida.  Sin embargo este inminente cambio nos ha afectado de gran manera en el sector educativo, puesto que se trata de una transición, que ha generado un clima de temor e incertidumbre entre los docentes, ya que hasta finales del siglo XX el docente y el libro de texto eran la fuente de información por excelencia en el aula, hoy en día este planteamiento es totalmente inválido gracias a las TIC, y se hace necesario un cambio de rol docente.

La importante transición en la que vivimos como docentes corresponde a un desafío, sin embargo este cambio de rol docente no sugiere que vamos a desaparecer o ser menos necesarios dentro del aula, sino más bien, servirá de oportunidad para evolucionar e implementar nuevas técnicas en nuestra rutina dentro del salón de clases. Pasar de ser los transmisores unidireccionales de información de nuestros alumnos, a guías u orientadores en la sobreabundancia de información que existe en el mundo virtual no es tarea fácil, pero este cambio generará como consecuencia el estímulo y desarrollo del pensamiento crítico del alumno, además de aprender a discernir sobre la veracidad y calidad de la información.

Una de las primeras estrategias que debemos implementar para cambiar nuestra forma de trabajar, es desarrollar habilidades para buscar información y aplicaciones relevantes, que tengan contenido útil y de calidad. Podemos encontrar en internet varios vídeos tutoriales de cómo utilizar la búsqueda avanzada de Google, por ejemplo. Esto nos servirá para filtrar la información en base a criterios. Igualmente podemos recurrir a páginas concretas, como por ejemplo el sitio web de la Nasa, para obtener imágenes celestes. O también encontrar aplicaciones gratuitas para ser usadas en nuestro salón de clases, tales como Stellarium, Hot potatoes, o prezi.

Aparte de la clasificación de información, la búsqueda de páginas educativas o aplicaciones, resulta conveniente  si manejamos redes sociales, o  de comunicación como por ejemplo Facebook, Instagram, Whatsapp, las integremos al plano educativo, ya que este tipo de canales forman parte del lenguaje nativo de nuestros estudiantes, por lo tanto, usar este medio servirá como un puente para comunicarnos directamente y tener su absoluta atención.

Algunas recomendaciones para empezar a trabajar con las TIC

Ser agentes de cambio: no basta solamente con conocer la transición en la que vivimos, debemos impulsar el cambio, trabajar en pro de un movimiento en nuestra comunidad educativa. Para esto es importante que nos formemos constantemente y estemos siempre en la búsqueda de novedades, cursos, libros, talleres, etc.

Adaptarnos a la realidad social de nuestro centro: si no disponemos en nuestro centro educativo de equipos de última tecnología, o solamente tenemos un laboratorio de informática, utilicemos lo que tenemos; programemos visitas al salón multiusos del centro educativo, donde podamos brindarle al estudiante una clase distinta.

Comunicarnos con otros docentes: intercambiar experiencias con algún colega nos ayudará a mejorar nuestras técnicas en base a las necesidades que hay. Igualmente podemos compartir recursos y contenidos, de esta manera facilitamos el trabajo y ayudamos a nuestros compañeros.

No oponernos a las nuevas tecnologías, usarlas a nuestro favor: Es completamente natural sentir un poco de temor en torno al uso de nuevos dispositivos o aplicaciones, lo importante es poder enfrentar este miedo a través de la práctica y el estudio.