Francesca Rainieri, Vicepresidente Senior Administrativa y Chief Financial Officer (CFO) de Grupo Puntacana, se ha consolidado como una de las figuras más influyentes en la industria turística de la República Dominicana. Heredera de un legado forjado por sus padres, Frank y Haydée Rainieri, ha sabido imprimir su sello personal en el crecimiento de la empresa y en la transformación del principal destino turístico del país. 

Su carrera, marcada por un compromiso inquebrantable con la excelencia, la sostenibilidad y la inclusión, la posiciona como un modelo de liderazgo que inspira a futuras generaciones.

Rainieri se unió a Grupo Puntacana en 2001 como Gerente de Planificación Estratégica. En 2004 asumió el cargo de Directora de Hospitalidad, sentando las bases para la modernización y profesionalización de la gestión de la empresa. Desde entonces, su liderazgo ha sido determinante en la implementación de soluciones estratégicas, como la adopción del sistema SAP, que modernizó los procesos administrativos del grupo, y la estructuración de las diversas unidades de negocio. Su formación académica, con doble titulación en Finanzas y Emprendimiento, y una especialidad en Economía de Babson College, le ha permitido combinar su visión analítica con un enfoque práctico en la gestión empresarial.

Una de las características que define a Rainieri es su capacidad para liderar con el ejemplo. Según ella, el liderazgo efectivo comienza con la coherencia, la pasión y el respaldo a los valores fundamentales de la organización. Reconoce la importancia de rodearse de equipos altamente competentes, a quienes delega con confianza, promoviendo su creatividad y autonomía. Este enfoque no solo fortalece a Grupo Puntacana, sino que también inspira a otras mujeres a asumir roles de liderazgo, en una industria donde aún persisten retos de equidad.

Nuestra entrevistada también ha sido una defensora activa de la equidad de género y el desarrollo comunitario. A través de su participación en programas educativos y en organizaciones como el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR), impulsa iniciativas que promueven el empoderamiento femenino y el emprendimiento. Estas acciones reflejan su compromiso con un liderazgo transformador, que no solo busca resultados empresariales, sino también el bienestar social.

En el ámbito personal, encuentra un balance entre su rol de ejecutiva y madre, demostrando que ambos aspectos pueden coexistir con éxito. Para ella, la familia no es solo un núcleo de apoyo, sino una extensión del legado que construye día a día. De hecho, ha involucrado a sus hijos y sobrinos en un programa de inmersión dentro de Grupo Puntacana, asegurándose de que comprendan la cultura y los valores que sostienen la empresa.

Mirando hacia el futuro, Rainieri lidera con una visión enfocada en la sostenibilidad, el impacto positivo en la comunidad y la expansión internacional del grupo. Consciente de que el éxito de la empresa está intrínsecamente ligado al bienestar de la región, trabaja incansablemente para asegurar que cada decisión estratégica tenga un efecto duradero y transformador.

 

Esta exitosa mujer más que una líder empresarial; es una catalizadora de cambio, que equilibra el legado familiar con las demandas de un mundo empresarial en constante evolución. Bajo su dirección, Grupo Puntacana no solo sigue siendo un referente en turismo, sino también un ejemplo de cómo el liderazgo con propósito puede marcar la diferencia en la vida de las personas y en el desarrollo de un país.

"El liderazgo efectivo comienza con la coherencia, la pasión y el respaldo a los valores fundamentales de la organización."

Considero que el liderazgo puede ser interpretado de diversas maneras, dependiendo de la perspectiva de quien lo observe. Mi enfoque de liderazgo se fundamenta en predicar con el ejemplo, respaldando mis acciones con convicción y coherencia.
 Soy una persona profundamente apasionada por lo que creo, y me esfuerzo por defender mis valores con firmeza, lo que en ocasiones puede ser percibido por algunos como una actitud firme. No obstante, también valoro la autonomía de mi equipo y confío plenamente en delegar responsabilidades. Considero esencial rodearme de un equipo altamente competente y eficiente, a quien delego con total confianza.

Aunque soy meticulosa en ciertos detalles, también procuro ofrecerles la libertad necesaria para que puedan ser creativos y tomar decisiones dentro de sus respectivas áreas de responsabilidad.

Estoy convencida de que el ejemplo es clave. A menudo, ni siquiera somos conscientes del impacto que podemos tener en las vidas de otras personas, especialmente cuando lideramos con integridad y en pro de la equidad de género. En mi caso, procuro ser un referente, no solo en mi rol empresarial, sino también en mi vida personal como madre y esposa. Además, promuevo activamente la equidad de género a través de programas educativos y de emprendimiento para mujeres.

Como parte de mi participación en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR), busco generar oportunidades de desarrollo para las mujeres en diversas áreas. Mi enfoque siempre ha sido el de ser un modelo a seguir, liderando con el ejemplo en todos los aspectos de mi vida. Como decía Madre Teresa de Calcuta: “No es lo que dices, es lo que haces”.

A lo largo de mis 24 años en Grupo Puntacana, he tomado muchas decisiones que han sido fundamentales para la empresa. No se puede destacar una sola decisión, ya que depende del ángulo desde el cual se vea. Sin embargo, algunas de las decisiones que considero trascendentales incluyen mi rol en la implementación de SAP, que permitió la automatización de nuestros procesos en un momento clave, así como los cambios en nuestras políticas y procedimientos que sentaron las bases para el crecimiento.

También participé activamente en el proceso de sucesión de la empresa, donde se decidió quién sería el próximo presidente de Grupo Puntacana, lo que considero una de las decisiones más importantes. Durante la pandemia del COVID-19, también tomamos decisiones cruciales para proteger a nuestros colaboradores y asegurar la continuidad de la operación. Finalmente, una de las decisiones más trascendentales fue decidir ser madre y ejecutiva al mismo tiempo, siempre pensando en el futuro de la empresa y de mis hijos, quienes son parte fundamental de ese futuro.

Los valores que promuevo en Grupo Puntacana están profundamente alineados con los principios que aprendí en mi hogar: la honestidad, la innovación, la resiliencia, el liderazgo y el espíritu emprendedor. Estos son los mismos valores que compartimos en mi familia y que se reflejan en la cultura de la empresa.

La persistencia y la resiliencia son fundamentales en nuestro trabajo diario, y nunca nos damos por vencidos ante los obstáculos. Estos valores no solo forman la base de mi liderazgo, sino que también son esenciales para la cohesión y el éxito de Grupo Puntacana. Los colaboradores pueden identificar estos principios en mi comportamiento, lo que les permite sentirse inspirados y comprometidos con la visión de la empresa.

Una de las iniciativas que implementé fue un programa de inmersión para mis hijos y sobrinos, donde trabajaron en diversas áreas de Grupo Puntacana desde jóvenes. Esto les permitió conocer a fondo las operaciones y comprender la importancia de la cultura organizacional. Esta experiencia les brindó un sentido de pertenencia y respeto mutuo con los colaboradores.
 Además, a través de mi constante interacción con centros educativos y programas de recursos humanos, fomentamos la formación de futuros líderes tanto dentro de la empresa como en la región. 

Creo firmemente que los futuros líderes deben estar bien preparados, y parte de esa preparación incluye un profundo entendimiento de la empresa y su cultura. En ese sentido, trabajamos estrechamente con jóvenes de la comunidad, promoviendo el desarrollo de habilidades y el compromiso con el liderazgo responsable.

Me gustaría ser recordada como una persona genuina, comprometida y con un profundo sentido de responsabilidad hacia los demás. Espero que, al recordar mi paso por la empresa, la gente pueda decir: “Ella estuvo ahí para aportar, para ayudar a otros a crecer”, ya sea a nivel personal o profesional. No se trata de grandes logros o de dejar una huella visible a gran escala, sino de esos pequeños momentos donde pude influir positivamente en la vida de alguien. Al final, lo que más me gustaría es que, cuando ya no esté, la gente pueda decir que fui una persona cercana, que inspiró y apoyó a quienes la rodeaban, no solo a nivel organizacional, sino también a nivel comunitario. Esa es la verdadera riqueza: ver que, a través de mi esfuerzo, pude contribuir al bienestar y desarrollo de otros.

Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los principales objetivos para Grupo Puntacana en los próximos 5 años y cómo planea continuar dejando un legado positivo en la industria turística del país?

Los objetivos de Grupo Puntacana son claros: seguir impulsando el desarrollo de nuestra región y continuar con la diversificación, tanto dentro como fuera del país. Mi papel es asegurarme de que cada decisión tomada esté alineada con nuestros valores fundamentales, sin perder de vista el bienestar de la empresa ni de nuestra comunidad.

En Grupo Puntacana entendemos que el desarrollo no es solo cuestión de crecimiento económico; es también sobre cómo ese crecimiento beneficia a todos los que forman parte de este proyecto. La sostenibilidad y el impacto positivo en las personas, especialmente en nuestra región, son prioridades esenciales.

 El legado de Frank y Haydée Rainieri es nuestra guía: ellos no solo crearon un imperio, sino que lo hicieron con una visión que trascendió la empresa misma, pensando en el bienestar de la comunidad y la región. Ahora somos los custodios de ese legado, y nuestra misión es asegurarnos de que la tercera generación siga ese mismo camino, siempre priorizando los intereses colectivos por encima de los personales. Además, fuera del país, seguimos trabajando para generar nuevas oportunidades que permitan a nuestros colaboradores crecer y prosperar, contribuyendo al crecimiento de nuestra región y llevando el nombre de Grupo Puntacana a nuevos horizontes.

En resumen, la clave es balancear el éxito empresarial con el compromiso social, asegurando que cada paso que demos sea un reflejo de los principios que nos han guiado desde el principio, y asegurando que el impacto positivo se mantenga durante generaciones.

 

Tuve la bendición de contar con dos grandes líderes en mi vida: Don Frank y Doña Haydée Rainieri, mis padres. No todos tienen esa suerte, pero yo sí, y lo valoro profundamente. Ellos me han enseñado mucho, no solo en términos de éxito profesional, sino también de valores, resiliencia y ética. Mi papá y mi mamá son los pilares que me guían, tanto en mis decisiones como en mi forma de ver el mundo. Lo que más admiro de ellos es su capacidad para mantenerse firmes en sus principios, pero también su disposición para aprender y adaptarse. Claro que hay aspectos que trato de mejorar, pero lo más importante es que me han dejado claro que el verdadero liderazgo comienza con la humildad y el deseo de servir. Mi vara de medida es alta, porque ellos representan lo mejor de lo que un líder debe ser, y esa es una responsabilidad que llevo con orgullo, sabiendo que seguir ese ejemplo es lo que me permite crecer y aspirar a ser mejor cada día.