Directora de Comunicación y Promoción del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), docente de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), entrenadora y consultora asociada de la firma de comunicación estratégica y escuela de oratoria, Enfoque.

Considera el liderazgo como una visión de vida, que involucra pensar y actuar influyendo en otras personas. En la mujer, lo ve representado en quien es capaz de reconocer sus fortalezas y posee un concepto claro de sí misma, la que está comprometida y actúa consciente de su fuente de poder. Dicha visión la extrapola a la vida organizacional, enmarcándola en el logro de objetivos, desarrollo de nuevas ideas, dirección y motivación de sus equipos, en definitiva, en agregar valor.

La joven comunicadora, concibe la equidad de género como una posibilidad de avanzar en el mundo laboral, reconociendo a la mujer en oportunidades y condiciones, sin distinción o discriminación, tal y como refiere el ODS No. 8 (2030): “Lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor.”

Explica que se trata de continuar avanzando hacia modelos de gestión que generen bienestar y desarrollo sin distinción de género. Que se modifiquen las prácticas y políticas obsoletas que han creado barreras, discriminación, exclusión y brechas que distancian a las mujeres de importantes oportunidades de crecimiento.

La joven directora entiende que las mujeres de la República Dominicana han demostrado estar preparadas para liderar importantes procesos de transformación a nivel social, político y económico, y augura que frente al contexto global, se verán importantes transformaciones de la industria y la creación de empresas tecnológicas, procesos para los cuales el liderazgo femenino será determinante.

“La mujer tiene capacidad multitarea, empatía, mayor calidez humana y autocontrol, genera mutua colaboración, y así lo impregna en la cultura organizacional, además, tiene mayor facilidad para la gestión del cambio y adaptación a entornos diversos. La mujer dominicana se caracteriza por ser polifacética, trabajadora y emprendedora. Sabemos que se han hecho esfuerzos para generar mejores condiciones para ellas, sin embargo, existen importantes retos en los que debemos continuar trabajando como país en temas como: educación, salud, emprendimiento, participación y tecnología.”

Afirma que el panorama empresarial actual demuestra que el liderazgo femenino está creciendo: “Capacidades y talentos tenemos de sobra, yo creo y apuesto al liderazgo femenino, en cualquier ámbito de la vida política, económica y social.”

Cree que el país debe continuar trabajando en transformar su cultura, generando nuevos paradigmas que reconozcan más el valor de la mujer. Asimismo, propone que se desarrolle una estrategia que continúe formando a mujeres, especialmente en zonas rurales, a través de cursos tecnológicos a nivel técnico, superior y universitario, así como en liderazgo y habilidades blandas. Del mismo modo, ve necesario crear programas que fomenten y apoyen el emprendimiento y la innovación, otorgando participación, acceso y apoyo a las mujeres en todo el país.

Se considera agraciada porque sus aspiraciones y planes personales han estado alineados con la posibilidad de impulsar el crecimiento de otras personas, utilizando sus capacidades para aportar al logro de objetivos comunes en los ámbitos en los que se desenvuelve.

Siente en sus venas la pasión de ser un ente activo para la sociedad, que busca superarse constantemente y ser puente para ayudar a otros a crecer: “Tuve la oportunidad de identificar que deseaba desenvolverme en la comunicación, profesión por la cual hoy siento pasión y que disfruto, siempre acompañada de una visión de compromiso y acción social.”

Entiende que aún falta romper con estereotipos sociales y creencias limitantes que se mantienen en nuestra cultura y que muchas veces se refleja a lo interno de las organizaciones. Manifiesta además la necesidad de marcos normativos y políticas públicas actualizadas, acordes a los nuevos tiempos, que favorezcan condiciones equitativas.

Cree en la importancia de confiar en sí mismo, estar conectado con una visión y propósitos de vida claros y trabajar con pasión y entrega, ya que son factores que inciden en el desempeño de cualquier rol en que se desenvuelva, así como son determinantes para ejercer un liderazgo que trascienda.

Esta profesional de la comunicación entiende que las mujeres están preparadas para asumir posiciones de poder en el ámbito público, privado y social: “Es larga la lista de mujeres ejemplares que han dejado importantes legados en los espacios en los que se han desenvuelto. Por tanto, el sexo no es determinante, sino las capacidades, habilidades, talento y disposición hacia la labor.”

“Capacidades y talentos tenemos de sobra, yo creo y apuesto al liderazgo femenino, en cualquier ámbito de la vida política, económica y social.”

Su definición de éxito se traduce en levantarse cada día con la conciencia tranquila por el deber cumplido, pasar balance a las metas alcanzadas con esfuerzo, responsabilidad, respeto, ética, dedicación y hacer lo que le apasiona. Tener gente leal a su lado, coleccionar recuerdos con la familia y los amigos, y una lista de historias de solidaridad que aporten a la vida de otros. En definitiva mirar el pasado con orgullo, caminar en el presente con valentía y visualizar el futuro con optimismo.

Para ella la excelencia significa identificar las capacidades y potenciarlas, entender las debilidades y ver los fracasos como aprendizajes, con compromiso y enfoque hacia los propósitos, aprovechando el presente al máximo.

Uno de sus más importantes logros fue haber sido la consultora junior más joven contratada por el Banco Mundial en el país, para asesorarles en la preparación del Proyecto de Desarrollo Juvenil en el 2006. Asimismo, fue galardonada con el Premio Nacional de la Juventud en el año 2004, en el renglón Aportes a la Salud y Premio Esquina Joven del 2013 por sus Aportes a la Comunidad.

Reconoce en su camino a personas e instituciones que apostaron a su talento, lo que aprovechó para crecer y continuar avanzando. Considera como un hito el haber participado desde muy temprana edad en proyectos comunitarios de liderazgo y voluntariado.

De una personalidad dinámica, solidaria, empática, perseverante y trabajadora, exhibe sin proponérselo su alto sentido de responsabilidad, compromiso social, así como sus habilidades en comunicación y liderazgo.

La también docente y oradora, considera que en este camino ha desarrollado su capacidad de análisis crítico y pensamiento estratégico, así como la habilidad de negociación y visión política, a la vez que ha aprendido de sus errores, asumiéndolos como la oportunidad de identificar las áreas a reforzar, desarrollando una mejor versión de sí misma.