Linda Valette, es especialista en negocios, estrategia, liderazgo directivo, cultura millennial y finanzas. Su trayectoria profesional de más de 19 años ha transcurrido en empresas líderes del sector financiero. Con ella conversamos acerca de liderazgo femenino.

Cuando se habla de mujeres líderes, Linda Valette lo aprecia como una tendencia mundial que ha cambiado las políticas organizacionales para generar igualdad de género, no solo para la creación de más puestos de trabajo para las mujeres, sino también para mejorar la posibilidad de desarrollo y crecimiento de las instituciones y las empresas.

Entiende que una empresa diversificada es más dinámica por lo que valora como necesaria la equidad: “La equidad de género en el ámbito laboral es trabajar sobre la cualificación del individuo, generar iguales condiciones, no importa el género.”

Es fiel creyente de la preparación de la mujer y su dedicación al trabajo. Afirma que el número de mujeres líderes va en aumento y que hay más mujeres capacitándose en universidades y especializaciones. “Estamos en un proceso de concientización sobre la importancia de generar oportunidades equitativas y de derribar algunos estigmas sobre las capacidades y derechos de la mujer, especialmente en puestos gerenciales, nos falta un largo camino, pero lo importante es que estamos en vía de lograrlo.”

Para ella, lograr el equilibrio en lo personal y profesional es vital para poder tener éxito: “Para la mujer, poder escalar en posiciones de alta responsabilidad implica sacrificar cosas, y más cuando el ámbito laboral no está preparado para generar un ambiente de flexibilidad.”

Aun así, está consciente de que existen factores limitantes que inciden en el liderazgo, como la falta de capacitación adecuada, no identificarse con el equipo de trabajo, una deficiente comunicación, asimismo, no lograr un balance entre la vida laboral y personal y la poca habilidad para comunicar las ideas.

Para Valette, los grandes líderes se caracterizan por una gran confianza en sí mismos: “Los líderes creen en sus metas, planes y desafíos, y no dudan en conseguirlo. Como bien dice la frase de Cynthia Kersey: Cree en ti mismo y llegará un día en el que otros no tendrán opción que creer en ti.”

Considera que las mujeres han demostrado a través de la historia tener las condiciones necesarias para asumir posiciones de poder: “Entiendo la decisión de asumir posiciones debe tener como parámetro la capacidad de la persona, su formación, su capacidad de liderazgo, no si es hombre o mujer.”

Entiende que tanto el éxito como la excelencia tienen un significado diferente para cada persona: “Para unos es lograr metas, para otros, ser el mejor en lo que se propone. Para mí, una persona exitosa es aquella que ha logrado alcanzar sus metas profesionales sin descuidar la parte personal. En tanto la excelencia, es tratar de dar el máximo mis facultades, adaptándome a los cambios que conllevan las diferentes etapas, enfocada en la búsqueda del éxito profesional y personal.”

Cree que el liderazgo femenino tiene características especiales que le otorgan ventaja: “La mujer es más amable y empática, los hombres son más competitivos; la mujer toma decisiones con proyección a mediano o largo plazo, mientras que el hombre es más inmediatista. Las mujeres dan más importancia a la promoción de la autoestima y a la participación y mantienen a sus equipos motivados, lo que repercute positivamente en el logro de las metas. Cuando se trata de negociación, somos más conciliadoras y contamos con una mayor capacidad de influir en los demás. Para mí, una de las características más importantes es la simultaneidad, con esto me refiero a la capacidad femenina de realizar y supervisar varias tareas a la vez.”