Anyarlene Bergés : Cultura de Equidad
Con más de 15 años dedicados al área de relaciones institucionales para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- en la República Dominicana, quien es hoy la Vicepresidenta de Relaciones Institucionales, Comunicaciones y Sostenibilidad de INICIA -VICINI- nos comparte su visión para esta edición dedicada a la mujer líder empresaria.
Anyarlene Bergés visualiza al liderazgo femenino desde dos enfoques: en el ámbito empresarial, como la incorporación de mujeres en un espacio de toma de decisiones y en un plano más abarcador, se detiene en las cualidades, valores y aptitudes que lo definen y que imprimen una identidad concreta que se refleja en el estilo de vida organizacional.
“La cultura de equidad es necesaria para realmente brindar las oportunidades que corresponden a las personas. Este escenario es fundamental para lograr un incremento de la participación femenina en roles de influencia, en todos los ámbitos. Sin embargo, nuestra cultura tiende a inclinarse en favor de los hombres. Y este hecho se manifiesta inclusive entre las mismas mujeres. De ahí, deviene la importancia de tomar acciones que cambien con esos patrones.” Señaló.
Afirma que las mujeres están preparadas para ejercer el liderazgo. “En la República Dominicana el 68% de los estudiantes universitarios son mujeres, lo que demuestra están alcanzando los niveles más altos de preparación. Si hablamos de otro tipo de destrezas, la mujer dominicana ha mostrado en los últimos años una capacidad sobresaliente de fortaleza y resiliencia. Se percibe cada vez en mayor medida un incremento de nuestra presencia en nuevos sectores económicos.”
En ese sentido, aunque acepta que el sector tecnológico está dominado comúnmente por los hombres, admite que ha habido progreso en ese sentido “Cuando escucho a mis colegas especialistas en el tema, noto que esas barreras van decreciendo y que en la actualidad estas carreras no están únicamente lideradas por los hombres.”
Ve necesario erradicar los estereotipos desde las aulas para sensibilizar y formar a las nuevas generaciones de mujeres en un escenario tan cambiante y complejo como el tecnológico. Asimismo, considera que el entorno laboral debe acoger a estas profesionales en igualdad de condiciones en la selección de puestos, equidad salarial y promoción hacia puestos de alto nivel en este sector.
Revela que como mujer ha realizado esfuerzos para mantener un balance entre su vida personal y profesional, gracias a la organización y la coordinación. Aunque lamenta que todavía exista incidencia de estereotipos culturales, dificultad de acceso a niveles altos en la organización y la brecha salarial, así como la falta de implementación de políticas públicas que promuevan la equidad de género.
“Hombres y mujeres contamos con las mismas capacidades de liderazgo. Tenemos estilos y formas diferentes, sin embargo, nuestras aptitudes gozan de similitud, en términos generales. Y no podemos confundirnos: las mujeres y los hombres somos diferentes, lo que sí debemos de compartir, independientemente del sexo, son los mismos derechos y oportunidades, las mujeres generan, en mayor medida, un liderazgo basado en la confianza de sus equipos de trabajo.”
Sus inicios profesionales fueron desafiantes y siempre se ha obligado a salir de su zona de confort para asumir nuevos retos. “Tuve que romper paradigmas de juventud y de género en su momento para, posteriormente, seguir creciendo profesionalmente e insertarme en espacios todavía considerados como mayoritariamente masculinos, conservadores y patriarcales.”
Se considera una profesional orientada a resultados y valora en la confianza un activo que le ha permitido llegar hasta donde está. “No me amilano ante los errores y veo en los fracasos una oportunidad.” Relaciona al éxito con la felicidad y el sentimiento de plenitud. “Si me siento feliz y orgullosa de lo que hago, soy una persona feliz. Todo lo demás es accesorio.”