Cuando hablamos de empresas familiares nos llegan a la mente distintas imágenes. Desde el directorio estricto con saco y corbata, pesado y rígido; hasta la empresa llena de sobrinos, vecinos y conocidos. Lejos de eso, las empresas familiares son un un grupo familiar diverso, multigeneracional, lleno de miradas diferentes que buscan un objetivo común: la prosperidad del negocio.

Como muchos de ustedes saben, soy un apasionado de las Empresas Familiares, y esa pasión hace que mi mirada sea subjetiva. Muchas veces me han consultado sobre qué tan innovadoras son las  EF, y mi respuesta es que son muy innovadoras porque están obligadas a mirar a largo plazo. De hecho, cada vez que hay un recambio generacional en el liderazgo del negocio suele haber una refundación que le da a toda la empresa un nuevo perfil.

Hoy llega a mi pantalla (ahora también a la tuya) un estudio del Centre for Families in Business del IE de España realizado para EY, que muestra que las Empresas Familiares invierten más en Innovación y Desarrollo en comparación con las Empresas No Familiares, y  que eso se da en todos los tamaños de empresas, sean chicas, medianas o grandes.

Además, agregan algo muy revelador: en gran medida lo atribuyen a lo que llaman el valor socioemocional. Uno de los rasgos principales de la Empresas Familiares es, justamente, la necesidad de preservar la riqueza socioemocional, teniendo en cuenta el legado, la reputación y el control. Mientras que en las Empresas No Familiares, se busca maximizar la riqueza financiera, teniendo en cuenta el crecimiento, la rentabilidad y el beneficio.

Es por esta razón que estoy feliz porque un estudio metódico confirma la hipótesis que tenemos en el equipo de Quirós Consultores.

https://youtu.be/IhlMAmn2kXM