¿Qué tal si lo hacemos diferente? Un nuevo liderazgo para el 2023
Cuando un año termina, lo ideal es hacer un ejercicio de reflexión y evaluación de los meses que se agotaron, identificando las lecciones aprendidas, los puntos que se deben fortalecer y lo logrado, según los propositos trazados. Pero, mucho mejor, es que nos preparamos para el periodo que va a iniciar y hacemos nuevos planes.
Justamente por esto, quiero aprovechar el espacio que me brinda “Factor de Éxito” para invitar a quienes ejercen liderazgo a prepararnos para, en este 2023, hacerlo distinto.
Del liderazgo, siempre recalco que, generalmente, la gente quiere el poder y la autoridad, pero nunca quieren el esfuerzo, sacrificio, el costo y presiones que, a veces, supone. Lo menciono porque al leer sobre estos temas parecería que es algo fácil, como escuchar una teoría y aplicarla, cuando es mucho más que eso.
Quiero apelar a la famosa frase de Steve Jobs, para que se entienda, de qué van estas líneas “Esto es para los locos, los inadaptados, los rebeldes, los problemáticos, los que van en contra de la corriente, los que ven las cosas de manera diferente. Ellos no siguen las reglas, no tienen respeto por lo establecido… puedes citarlos, estar en desacuerdo, glorificarlos o satanizarlos, pero lo único que no puedes hacer es ignorarlos, porque ellos cambian las cosas e impulsan a la humanidad hacia adelante. Mientras que otros los ven como “los locos”, nosotros los vemos como GENIOS -Porque la gente que está tan loca como para pensar que puede cambiar al mundo, es la que termina haciéndolo- PIENSA DIFERENTE”.
Necesitamos nuevas visiones, nuevos corazones comprometidos con tantas causas que conviven en nuestra sociedad. Definitivamente, necesitamos de ti, para que creas que sí es posible generar transformación desde tu rol y tu día a día. A continuación, les comparto algunos “simples puntos” que pueden ayudarnos a romper esquemas y a atravernos a ejercer un liderazgo diferente, que genere mayores cambios y que impulse nuevos temas:
- Cambiar y hacer mejor lo que sí puedo controlar, mi propia esencia: comenzar por modelar e influenciarnos a nosotros mismos, con una filosofía de vida que nos recuerde que lo esencial es simple, y tiene que ver con amarnos y amar. Más humanos y mejor convivencia humana, ese simple detalle, hace una gran diferencia.
- Crear espacios para generar sinergias, trazar planes de acción que busquen resultados concretos: se ha vuelto de moda reunirse, crear grupos y asociarse, sin dejar de ser efectivos. Considero oportuno crear o convertir los espacios de convergencia en plataformas para generar acciones y resultados contundentes. Que cada cierre de año sea posible mostrar el impacto logrado.
- Generar contenidos y comunidades digitales de liderazgo positivo que trascienda: crear, difundir y compartir contenido positivo, de valor y perfiles interesantes, debería ser una práctica que se convierta en común. Menos consumismo y vanidad, una agenda más enriquecedora, que aporte a generar conocimientos, habilidades; a modelar comportamientos responsables, éticos y de principios; y que se viralice lo positivo, para contrarestar todo lo negativo que esta primando en el consumo diario en redes sociales y que no aporta nada.
- Cada vez más comprometidos con la sostenibilidad: hagamos compromisos reales con esta agenda, con nuestro consumo, comportamiento frente al medioambiente, toma de decisiones, apoyando a marcas que apliquen esta visión, los proyectos que generen impacto, participar en espacios, asociaciones y escenarios para crear sinergias y el liderazgo que impulse poder avanzar hacia un mayor desarrollo sostenible.
- Innovar: necesitamos buscar nuevas alternativas; entender que el mundo de hoy es digital, que vivimos la cuarta de revolución y una convergencia de generaciones; que para lograr mejores resultados necesitamos entender el contexto, ser extremadamente creativos, romper esquemas, ser disruptivos, comprometernos, reinventarnos, buscar nuevas alternativas, y convertir nuestros deseos en acciones y resultados.
- Apoyarnos, aplaudirnos, reconocernos: aunque parezca no tener sentido, nos hace falta ser más empáticos, aplaudir a quienes lo están haciendo bien. Convertirnos en fanáticos de quienes hacen sus aportes y son promotores de todo lo que signifique legado, transformación, liderazgo inspirador y una mejor convivencia.
Todos coincidimos en que necesitamos un liderazgo fuerte e inspirador; un relevo generacional que sume a las causas y temas de estos tiempos; sangre nueva, que tome la experiencia de nuestros adultos mayores, y la combine con su creatividad y energía, para trazar las pautas que nos permitan crear una nueva historia.