IATA busca mejorar la comunicación entre aerolíneas para la gestión del equipaje

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha lanzado una nueva iniciativa para abordar una de las mayores vulnerabilidades en el manejo de equipajes: la transferencia de equipaje entre aerolíneas en itinerarios interlineales. Esta medida busca mejorar la comunicación entre aerolíneas y aeropuertos, minimizando así el riesgo de pérdida o retraso de maletas, un problema que puede arruinar tanto vacaciones como viajes de negocios.

IATA planea implementar un proyecto piloto a finales de este año para probar su nuevo estándar de mensajería digital para el intercambio de información sobre equipajes. Este estándar permitirá a las aerolíneas compartir datos como imágenes y geolocalización de maletas, capacidades que no son compatibles con la tecnología de mensajería de equipaje actual.

La adopción de este nuevo estándar es parte de un esfuerzo más amplio por parte de IATA para modernizar los sistemas de la industria aérea. Anteriormente, IATA desarrolló estándares digitales como el New Distribution Capability (NDC) para modernizar la venta de boletos a través de agencias y el estándar One Order, que simplifica el procesamiento de boletos al consolidar diferentes documentos en uno solo.

El manejo del equipaje sigue siendo uno de los problemas más difíciles de la industria aérea. Según el informe anual de la compañía de tecnología SITA, las aerolíneas manejaron mal 6,9 maletas por cada 1.000 el año pasado, cifra que aumenta a 12,1 por cada 1.000 en rutas internacionales, donde los itinerarios interlineales son más comunes.

Para abordar el rastreo de equipajes, IATA adoptó en 2018 la Resolución 753, que exige a las aerolíneas rastrear las maletas en cuatro puntos clave de su viaje y compartir esa información con los socios de billetes interlineales. A pesar de los avances, sólo el 44% de las aerolíneas han implementado completamente estos requisitos.

Un obstáculo importante para la implementación completa de la Resolución 753 es la dependencia de la tecnología de mensajería de tipo B, introducida en los años 60. Aunque ha evolucionado, esta tecnología es costosa, con un gasto anual estimado en $1.05 mil millones para la industria. IATA estima que el uso de mensajería digital podría ahorrar hasta $70 millones al año a nivel global.

El principal desafío para la industria será la transición de la antigua tecnología a la nueva, sin interrumpir el ecosistema actual. Según Monika Mejstrikova, directora de operaciones terrestres de IATA, lograr una implementación global de la nueva norma digital será un reto significativo.