La ciberseguridad: clave para un futuro sostenible
A medida que el mundo avanza hacia una mayor interconectividad, se estima que para 2025 habrá más de 70,000 millones de dispositivos conectados, se prevé una mayor necesidad de implementar medidas integrales de ciberseguridad.
Esta evolución tecnológica no solo transforma la forma en que interactuamos, sino que también pone en riesgo la infraestructura crítica en áreas como la generación de energía renovable, redes inteligentes, tratamiento de agua y aguas residuales, y el transporte.
La ciberseguridad, por lo tanto, se convierte en una piedra angular para garantizar la sostenibilidad y la resiliencia de estos sistemas.
Un ejemplo ocurrió en 2021, cuando una planta de tratamiento de agua en Florida fue víctima de un ciberataque que provocó interrupciones en las operaciones y mayores riesgos de contaminación ambiental, mala gestión de los recursos y amenazas a la salud pública.
La consultora Gartner ha advertido que para 2025, los ciberataques dirigidos a la tecnología operacional (TO) serán una preocupación creciente, lo que representará importantes riesgos para la seguridad humana y el desarrollo sostenible.
La convergencia entre sostenibilidad y ciberseguridad
Más allá de asegurar la integridad cibernética y la continuidad de las operaciones diarias, los sistemas digitales están emergiendo como la columna vertebral de las iniciativas de sostenibilidad.
En Schneider Electric, especialista global en manejo de energía, se resalta un vínculo fundamental entre la ciberseguridad y la sostenibilidad, ya que ambas dependen de la protección de datos y la infraestructura digital para alcanzar sus objetivos.
La integración de la ciberseguridad en la planificación de la sostenibilidad permite no solo la protección de los sistemas, sino también el fomento de la confianza en las tecnologías y la prevención de actividades maliciosas que podrían socavar los esfuerzos de sostenibilidad.
Áreas donde la ciberseguridad y la sostenibilidad se refuerzan mutuamente
1. Protección de la infraestructura crítica: según la Agencia Internacional de Energía, hasta un 70% de las emisiones de carbono se podrían reducir mediante la eliminación de desperdicios e ineficiencias en sistemas actuales. La ciberseguridad protege la infraestructura esencial de posibles amenazas cibernéticas, mitigando las interrupciones que podrían afectar negativamente las operaciones sostenibles.
2. Seguridad de los sistemas de energía renovable: si bien, es necesario adoptar estas tecnologías digitales para una mayor eficiencia, mejores experiencias de usuario y soluciones sostenibles, también abre la puerta a más riesgos cibernéticos.
3. Prevención de daños ambientales: las prácticas sostenibles a menudo utilizan dispositivos, sensores y sistemas de monitoreo del Internet de las Cosas (IoT) para optimizar el consumo de recursos y minimizar el desperdicio.
4. Salvaguardar las tecnologías sostenibles: con el aumento de ciudades inteligentes, vehículos conectados y otras tecnologías sostenibles, la ciberseguridad se ha vuelto crítica para proteger los datos, la privacidad y la funcionalidad de estas innovaciones.
5. Mejorando la resiliencia de la cadena de suministro: las medidas de ciberseguridad garantizan la resiliencia, integridad y prácticas responsable ambiental y socialmente de las operaciones de la cadena de suministro al protegerse contra amenazas cibernéticas.
6. Fomentando la confianza en tecnologías sostenibles: la protección cibernética de extremo a extremo fortalece la confianza en dispositivos de automatización, sistemas de gestión de edificios y otros equipos conectados, promoviendo una adopción más amplia y respaldando los objetivos de sostenibilidad.
7. Prevención de la ciberdelincuencia ambiental: la ciberseguridad ayuda a identificar y mitigar los esquemas fraudulentos, lo que garantiza que los proyectos de sostenibilidad y las inversiones se dirijan a esfuerzos legítimos e impactantes.
8. Promoción de la seguridad de los datos en la investigación ambiental: la investigación ambiental a menudo implica la recopilación y el análisis de datos confidenciales. La ciberseguridad protege estos datos del acceso no autorizado, garantizando la confidencialidad y precisión de los hallazgos.
La electrificación como piedra angular
En empresas como Schneider Electric, la convergencia de lo digital y lo eléctrico optimiza las prácticas sostenibles. La electrificación de los sistemas TO, como las redes de transporte, es fundamental para garantizar la resiliencia y la operación continua de las iniciativas sostenibles que dependen de una electricidad estable y segura.
La ciberseguridad se convierte así en un habilitador del desarrollo sostenible, protegiendo sistemas, tecnologías y datos críticos. Al hacerlo, se fomenta la confianza, se previenen las amenazas cibernéticas y se asegura la continuidad de las operaciones esenciales para un futuro más sostenible. Las organizaciones que priorizan la ciberseguridad están mejor equipadas para adaptarse a un entorno en constante evolución, enfrentando los desafíos de la sostenibilidad de manera integral y proactiva.