El conflicto ha escalado recientemente, con Ucrania utilizando por primera vez misiles ATACMS suministrados por Occidente para atacar territorio ruso. En respuesta, Putin ha ampliado la doctrina nuclear de Rusia, permitiendo el uso de armas atómicas incluso ante ataques convencionales masivos. Esta escalada ha generado nerviosismo en los mercados.

En los mercados de valores, vemos que los futuros del S&P 500 caen un 0,4%, mientras que en Europa las caídas son más pronunciadas, con el índice de referencia perdiendo un 1%. El Dow Jones se encamina a su cuarta caída consecutiva, retrocediendo desde sus máximos históricos recientes.

El sector energético sigue siendo el más afectado. Los precios del petróleo muestran volatilidad, con el WTI subiendo un 1,3% hasta los $69,64 por barril y el Brent avanzando un 1,2% hasta los $73,66. Esto se debe principalmente a los temores de interrupciones en el suministro por la escalada del conflicto.

En el mercado de divisas, el euro se ha debilitado frente al dólar, cotizando a 1,0563 dólares por euro. Esto refleja la preocupación por la dependencia europea del petróleo y gas rusos.

Los activos refugio están ganando terreno. El oro ha subido un 0,7% hasta los $2.630 la onza. Los bonos también se han beneficiado, con el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayendo 6 puntos básicos hasta el 4,36%.

En el frente cripto, el bitcoin ha alcanzado nuevos máximos históricos, superando los $99.000 por primera vez. Esto se atribuye en parte a las expectativas de una victoria de Trump en las próximas elecciones estadounidenses.

A mi criterio, la escalada del conflicto entre Ucrania y Rusia está generando volatilidad en los mercados financieros, con los inversores buscando refugio en activos seguros mientras los mercados de renta variable y energía experimentan fluctuaciones significativas. La situación sigue siendo fluida y es probable que continúe afectando a los mercados en los próximos días.