Soy creyente de la diversidad en equipos

Al fomentar una cultura de inclusión y aprovechar las diferentes perspectivas y habilidades de sus empleados, las organizaciones no solo pueden innovar y crecer, sino también crear un entorno de trabajo más equitativo y satisfactorio.


Con más de 25 años de experiencia profesional en roles operativos, de servicio a clientes, calidad y ventas, Erika Quezada afirma que ‘‘cuando tienes un rol directivo, tu desempeño puede servir como modelo a seguir para otras mujeres dentro de la empresa, demostrando que es posible alcanzar puestos de alta dirección y tener éxito en roles de liderazgo’’. 
 
‘‘Mi propósito es liderar con integridad y visión, promoviendo un ambiente donde la diversidad y la igualdad de oportunidades sean pilares fundamentales para el desarrollo profesional de todas las personas. Desde mi posición en DHL, busco no solo alcanzar y superar nuestros objetivos comerciales, sino también ser un caso que sirva de inspiración para otras mujeres en la industria, demostrando que es posible alcanzar altos cargos ejecutivos sin comprometer nuestros valores y objetivos personales. Soy creyente de la diversidad en equipos y siempre busco tener mujeres en mi grupo de trabajo; realizo varias sesiones de coaching con ejecutivas dentro de la organización para impulsar su crecimiento y desarrollo. Fuera de la empresa, trato de inculcar a mis hijas, a través de mi ejemplo y el apoyo que les brindo en todas sus actividades, el valor de ser líderes en aquello que elijan hacer’’.
 
Preparación, resiliencia y equilibrio; son las tres palabras con la que definen su liderazgo, ‘‘La preparación constante me ha permitido estar a la vanguardia en un sector altamente competitivo. Resiliencia porque en el camino hacia el liderazgo he enfrentado numerosos desafíos, especialmente como mujer en un sector tradicionalmente dominado por hombres, y he aprendido a adaptarme y atreverme a superar adversidades manteniendo siempre un enfoque claro en mis objetivos. Y por último mantener un equilibrio, entre el trabajo, la vida personal y familiar. Esto puede implicar delegar responsabilidades, establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, y aprender a decir no cuando sea necesario’’, expresa.
 
Para Erika, el mayor desafío de ser mujer y líder dentro de una empresa hoy en día es romper las barreras estructurales y los estereotipos de género que históricamente han limitado la representación femenina en los niveles más altos de gestión, y que aún persisten en muchos sectores, incluido el logístico. 
 
‘‘En mi caso, si bien no ha sido fácil estar en una industria tradicionalmente dominada por los hombres, estoy convencida que las mujeres tenemos habilidades intrínsecas para conseguir méritos. Si tienes un buen equilibrio al hacer tu trabajo, visión de liderazgo, así como la capacidad para dirigir grupos profesionales y focalizas este tipo de esfuerzos de la mano de tus colaboradores, las posibilidades de éxito se multiplican’’. 
 
A las nuevas generaciones: ‘‘Lo principal es que tengan siempre en mente hasta donde quieren llegar y que cuenten con la seguridad de que están siguiendo una verdadera pasión en su carrera profesional. Si es así, es más fácil tener la energía para poder perseguir sus sueños y llegar a esa meta que se han planteado en el futuro. Por otro lado, les diría que siempre hagan valer su voz, hacerse presentes, que tengan la confianza en sí mismas de que sus aportes tienen peso y pueden ser escuchados y tomados en cuenta’’.